La magia
existe... Está en el aire, en la tierra y en las aguas. Tendemos a
confundir aquello que actúa frente a nuestros ojos sin una razón
explicable como magia, pero nos equivocamos, la magia es más, mucho
más que eso. La magia es una ilusión fértil de nuestros deseos
hechos realidad, la magia es vida.
La vida es
una ilusión, una ilusión realista y poderosa capaz de estafar y
engañar incluso al coeficiente intelectual más alto, pero el hecho
de que sea una ilusión no hace de la vida un truco, cuando
dormitamos, dormimos, soñamos y despertamos tenemos ante nuestra
mente un claro ejemplo de que la vida es mas que un simple truco,
amigos, la vida es magia pura.
17-10-2009
06:48 PM
Jean Marcos
Carvajal paseaba por los alrededores del colegio privado Luces y
Virtudes, acompañado por su tímido primo, el arrogante Jean divisa
en un plaza, sentados en una banqueta a una chica de baja estatura,
eso se notaba aunque estuviera sentada, de tez blanca y cabello
castaño. Esta estaba acompañada de un muchacho, moreno, de altura
baja al igual que la chica, aunque de contextura media casi gruesa.
Este vestía una franelilla blanca y un short oscuro, un par de
converses blancas en sus pies bastante sucias y una gorra blanca con
motivos negros en su cabeza, el joven sentado giró su cabeza hacia
Jean y su primo, las miradas de Jean y el joven se cruzaron fugaz y
lentamente... Jean le gritó a la chica “CORRE” y esta emprendió
una carrera hacia Jean y su primo, el joven trató de tomarla con un
ligero salto pero cayó al suelo. Jean, su primo y la chica corrieron
hacia el parque Andrés Eloy Blanco huyendo del joven que hacia unos
segundos había sacado de su bolsillo un arma de fuego bastante
pequeña y maltrecha. El distraído primo de Jean era presionado por
este con gritos y empujones bruscos en la búsqueda de su escape,
pero debido a uno de esos desesperados empujones el primo de Jean
cayó al suelo y al intentar ayudarle Jean y su primo fueron
interceptados por el ladrón.
- Ahora malditos, me van dando todo lo que tengan o ¡LES PRENDO LA BICHA ENCIMA! — exclamó el ladrón.
- No vas a quitarnos nada... Porque no tenemos nada — dijo Jean en tono exhaustivo.
- Coño convives, entreguen todo que de bien no quiero disparar — replicó el ladrón en un tono más calmado.
- Es que de bien no tenemos nada tipo — dijo Jean tratando de convencer al ladrón.
- ¡MENTIRA! — grito con furia el ladrón y golpeó con fuerza a Jean en el rostro.
Antes de que
Jean se pudiera levantar el ladrón empezó a patearle con fuerza
ante la perdida mirada de su primo, los nervios de este ganaron y
metió su mano adentro de su pantalón de donde saco dos smartphones
y se los entrego al ladrón pidiéndole que se detuviera... Jean miro
a su primo con extrema ira y le grito “COBARDE”, su primo bajó la
mirada mientras lágrimas se escurrían por sus mejillas... No hizo
nada mientras Jean era malogrado intensamente por el ladrón.
Al poco rato
de que el ladrón se fuera, Jean y su primo emprendieron su camino en
busca de ayuda, llegaron a una populosa zona portocruzeña conocida
como “Los Yaques” a casa de un conocido mafioso local apodado
“Chui el loco”.
- ¿Que coño paso Jean Marcos? — preguntó el don.
- Padrino, fue un chamo, no se quien era, el me hizo esto — respondió Carvajal.
- Bueno Jean Marcos, no te preocupes, ese menor tendrá su merecido — dijo Chui el loco tratando de consolar a su ahijado.
18-10-2009
12:05 AM
El ladrón que
había malogrado a Jean despertó en su cama cayendo en cuenta de que
había sido atado de brazos y piernas en forma de equis en su propia
cama y en su boca una enorme cantidad de algodón parecía ahogarle.
En el medio del miedo y la confusión las lágrimas del ladrón no se
hicieron esperar, sus gritos ahogados no llenaban su desamoblada
habitación, la exploro con sus ojos y se dio cuenta de que algo
cubierto con un mantel estaba al lado de su cama, continuo mirando a
su alrededor y fijo su mirada en una oscura esquina de su habitación,
ahí había algo, el lo notaba, totalmente fusionado con las sombras
había alguien, una persona o algo mas estaba ahí. Cuando el ladrón
hizo contacto visual con este ser engullido por la oscuridad, la
figura se puso de pie y lentamente camino hacia el. El ladrón
lloraba, toda su piel estaba erizada y su respiración estaba
sofocada por el algodón en su boca, la figura espectral se detuvo a
su lado y le saludo.
- Hola, joven ladrón — dijo con una voz profunda y fría, como si su garganta fuese un pozo de enorme profundidad y esta luchase por salir. El espectral ser quito el mantel que estaba colocado encima de la mesa al lado de la cama del ladrón y dejo al descubierto lo que en esta yacía, un montón de herramientas y muchos envases —. Bien joven ladrón, dígame una cosa. ¿Cree en la magia? — pregunto la figura mientras el ladrón le miraba con desespero y temor —. Yo creo en la magia del dolor, una magia capaz de revelarnos quienes somos en realidad mediante el sufrimiento, el castigo y el dolor físico, nadie, absolutamente nadie se resiste al arcaico poder de esta, y hoy sabrás porque — replico la sombra mientras sacaba un cigarrillo de un paquete que se encontraba colocado en la mesa de herramientas y lo encendía —. ¿Sabias joven ladrón que la yema de los dedos es el lugar del cuerpo humano mas sensible al dolor? Supongo que no, pero ahora ya lo sabes. Eso se debe a que terminaciones nerviosas conectadas directamente al mismo cerebro se encuentran ahí — dijo el enigmático ser.
El ladrón
miro hacia su mano derecha y se fijo que se encontraba atada a la
cama, pero en sus manos varios aros recubrían sus dedos dejando únicamente las yemas de estos al descubierto, la figura acerco
lentamente el cigarrillo a la yema del dedo pulgar de su mano derecha
mientras el ladrón lloraba.
- Joven ladrón, no es nada personal. Vera, a los ladrones le queman las manos, cosa que a usted aun no le han echo, así que usted sabe, muy en el fondo sabe, que se merece esto — dijo la sombra.
Acto seguido
empezó a quemar una a una la yema de los dedos del ladrón mientras
este se ahogaba entre lagrimas, algodón empapado y sus propios
gritos silenciados.
- No te preocupes joven ladrón, el dolor cesara así como las ganas de salir a robar — dijo el enigmático ser en un tono tranquilo.
El ladrón
trataba de auto-consolarse pensando que se trataba de una horrenda
pesadilla y que pronto despertaría, pero no era una pesadilla, todo
aunque sacado de una pesadilla era real.
- Bien joven ladrón, es hora de continuar con la magia y la justicia. ¿No cree? — dijo la necrótica figura mientras tomaba de la mesa una enorme aguja y la calentaba con el encendedor —. Ahora joven ladrón dime. ¿Sabias que en la antigua Atenas a los ladrones les atravesaban las manos con una cuchilla para evitar que estos robaran? Bueno, pienso que es un desperdicio de dolor atravesarlas con una cuchilla pues estas quedarían totalmente inservibles y el dolor no seria suficiente. Dígame, ¿sabia usted que una uña atravesada representa la segunda forma de dolor mas temible para el ser humano?
Tras decir
eso, la sombra se acerco a la mano izquierda del ladrón la cual al
igual que su mano derecha se encontraba recubierta con aros dejando
al descubierto solamente las uñas de los dedos. La oscura figura
comenzó a clavar la aguja en cada una de estas y al meterla lo mas
profundo que pudiese la giraba con destreza mientras el ladrón se
retorcía de dolor tratando de liberarse, pero era imposible, sus
ahogados gritos incluso le ahogaban aun mas.
- Bien joven ladrón hemos concluido, supongo que estas adolorido, cansado y agotado. Así que tendré que darte un poco de agua — dijo la enigmática figura.
El ladrón se
dio cuenta de que tal era la cantidad de algodón en su boca que le
resultaba imposible cerrarla, la sombra tomo de la mesa una jarra y
una toalla blanca bastante grande, doblo la toalla en tres partes y
la coloco en la cara del ladrón. Lentamente comenzó a vaciar la
jarra en la cara de este y debido a la toalla; y el algodón en su
boca este se estaba ahogando. En este punto quizá la tortura que le
estaban dando ya era demasiado para el joven ladrón quien parecía
estar a punto de perder el conocimiento, pero antes de que eso
sucediese la figura le arrebato la toalla mojada de su cara y con
unas tijeras retiro algodón de la boca del ladrón, descubriendo sus
dientes.
- Concluimos joven ladrón con sus manos, pero la magia del dolor y el castigo por sus acciones aun continua — dijo con un tono sádico —. ¿Sabia usted joven ladrón que los dientes representan al tercer lugar del cuerpo humano mas sensible al dolor? — pregunto como profesor a un alumno —. Pero eso solo pasa con cambios bruscos y extremos de temperatura, ahora bien, para nadie es un secreto que la boca es el lugar mas húmedo del cuerpo de cualquier ser viviente, por cuanto es mas resistente al calor pero mas propensa al frio — dijo la sombra mientras tomaba nuevamente la jarra de la mesa e introducía su mano en ella —. Bien joven ladrón, como ya le dije, la boca humana es mas propensa al frio y los dientes sufren con la temperatura. Ahora bien. ¿Esta preparado? — pregunto.
La sombría
figura saco de la jarra un pedazo de hielo enorme y lo arrojo dentro
de una jarra mas pequeña, con un pequeño cuchillo comenzó a
golpear euforicamente el interior del envase hasta volver en
fragmentos pequeños el enorme pedazo de hielo, luego vació el
contenido de este en la boca del ladrón. El dolor era insoportable,
sentía como sus dientes se helaban y quemaban a la vez, chirriaba
por ello, chirridos ahogados, pero chirridos al fin, sus ojos llenos
de pavor y temor miraban a quien lo torturaba pidiendo clemencia. El
hielo se derrite, así que la tortura fue breve, el frío en la boca del
ladrón acabo pronto. El ser misterioso se coloco de nuevo enfrente
del ladrón y hablo.
- Joven ladrón, dime una cosa. ¿Al igual que todo el mundo crees que este mundo es nuestro? — pregunto el misterioso ser —. Están equivocados, todos lo están pues no somos la especie dominante — el espectral ser, tomo de la mesa un frasco envuelto en hojas de periódico y se acerco a la cama donde yacía el ladrón y dijo —. Mas del 70% de los habitantes del planeta tierra son los insectos, por cada ser viviente que no es un insecto hay cerca de los 100 mil insectos en contra, lo que quiere decir joven ladrón que la especie que predomina son los insectos. ¿Se imagina usted joven ladrón, que pasaría si los insectos llegaran a desarrollar una inteligencia igual o superior a la nuestra? Yo opino que ellos reclamarían su mundo, nos cazarían y tendrían éxito, antes de matarnos incluso nos torturarían por todos estos miles de años de humanidad en los que nos auto-denominamos como el predador apex. ¿Pues, quien nos coloco en la cima de la cadena alimenticia, joven ladrón? ¿Los insectos? ¿Las aves? ¿Los reptiles? ¿Los peces? ¿Los anfibios? ¿O los mamíferos “salvajes y no inteligentes”? El ser humano joven ladrón, se ha comido todas las luces, los postes, los cables y hasta los transformadores, como dicen ustedes en su gracioso dialecto. Hemos abusado de la madre naturaleza joven ladrón, pero vera, aquí conmigo tengo unos amigos que estarán felices y dispuestos a vengarse.
Tras decir
eso, el misterioso ser vació el contenido del frasco en el estomago
del ladrón, era un liquido viscoso, el resultado de una mezcla de
múltiples frutas dulces, un liquido almibarado. Ese liquido se
adherio a la piel del ladrón, el abdomen de este se volvió pegajoso
gracias a ello, el ente oscuro regreso a la mesa y tomo otro frasco
envuelto en hojas de periódico y sin mediar palabras vertió el
contenido de este en el abdomen del ladrón. Un montón de hormigas
rojas de un tamaño pequeño cayeron, las hormigas empezaron a
picarle el abdomen debido al liquido, el ladrón gruñía
desesperado, se retorcía de dolor, su estomago estaba siendo
devorado por hormigas, estas le picaban sin compasión alguna, le
estaban devorando el abdomen a sangre fría, el misterioso ser estaba
parado frente a el, observando el sufrimiento de este sin siquiera
hacer nada. Tras un breve periodo de tiempo, el ladrón dejo de
sentir las picaduras de hormigas, inclino su cabeza lo mas que pudo
en dirección a su estomago para ver la razón por la que las
hormigas dejaron de picarle. Estas se habían enroscado y no ejercían
movimiento alguno, el ladrón miro a su castigador con mucha
confusión y sintió que este le sonreía aun detrás del velo negro
que le cubría la cara.
- Un gran científico joven ladrón, solía decir que por cada acción hay una reacción — decía el misterioso ser mientras le veía —. Si hacemos algo para herir a alguien seremos castigados, de eso no hay duda alguna joven ladrón. ¿Quieres conocer lo que le paso a las hormigas? Vera, mi abuela solía decir que inclusive lo mas dulce puede a su vez ser lo mas toxico y tenia razón, es algo así como esa chica a la que amas intensamente y haces todo por verla aparentar ser feliz... Pero luego ella se dedica a revelarte que te ha utilizado, así como esa rosa que solemos cuidar y cuidar con amor e intensivamente con carisma hasta que florece y cuando la vamos a tomar nos lastima con sus espinas, así como ese liquido dulce y bien preparado que vertí en su abdomen el cual luego revelo sus verdaderas intenciones. Veneno, joven ladrón, veneno... Vivimos en un mundo ponzoñoso, que es comúnmente bañado en azúcar para endulzarnos y envenenarnos lentamente, joven ladrón.
El ser oscuro
tomo nuevamente de la mesa otra herramienta de tortura, esta era una
caja, que desprendía un fétido y putrefacto olor a carne
descompuesta. El ladrón arrugo su cara mientras veía con curiosidad
lo que el ser hacia, este la destapo y el ladrón sintió nauseas de
forma inmediata. Vomito, pero debido al algodón en su boca el
liquido no salio de ella, quedo aun dentro de su boca y parte de este
cayo en su cara. El ladrón se sentía asqueado mientras veía como
su torturador sacaba de la caja pedazos de carne molida y se la
regaba en el cabello, el ladrón se preguntaba lo que el ser
misterioso le haría sentir esta vez, ya le había torturado de
múltiples formas dolorosas, pensaba que ya nada le haría sentir mas
dolor del que había sentido. El ladrón cerro sus ojos, se centro en
imaginarse que estaba en otro lugar pero de forma inmediata los
reabrió pues sintió como su estomago le ardía, como si el mismo
infierno estuviera en el, el ser espectral le había vertido alcohol
isopropilico en su abdomen, el ladrón se retorcía de dolor,
respiraba de forma agitada sufriendo de verdad... Pero en pocos
segundos el ardor ceso, el ladrón miraba a quien le torturaba con
una mirada delicada, le pedía clemencia con los ojos. El ser
misterioso se acerco a el y levanto su cabeza, coloco una almohada
pequeña bajo su cuello para que esta dejara su cabeza levantada
mientras el ladrón permanecía sumiso, ya no tenia fuerzas para
luchar, acto seguido tomo de la mesa un recipiente enorme, bastante
grande en comparación con los otros, era el envase mas grande que
había en la mesa, un envase de vidrio con algo adentro, un envase
circular bien tapado, el misterioso ser mantuvo el envase cerca de la
cabeza del ladrón y le quito la tapa, se lo coloco a modo de casco y
lo aseguro con un gancho que colgaba del techo. El ladrón se empezó
a agitar pues temía sobre lo que le podría pasar ahora, miraba a su
captor agitado, como pidiéndole que le diera otra de sus complejas
explicaciones sobre lo que le pasaría ahora, pero eso no hizo falta,
el mismo lo supo cuando sintió el primer arañazo seguido del
segundo, el tercero y la primera mordida en su cuero cabelludo, un
camada de ratones era lo que se encontraba dentro de este recipiente,
ratones pequeños pero muy tenaces, le arañaban y mordían el cuero
cabelludo al ladrón sin descanso alguno. Aunque las hormigas lo
hacían mas fuerte, los ratones eran en verdad molestos, no le
mordían ni le arañaban lo suficientemente fuerte como para
retorcerlo de dolor pero era en verdad muy molesto. La camada de
ratones se altero, y comenzó a rasgarle y morderle su cuero
cabelludo con desesperación cuando el ser espectral tomo el
encendedor de la mesa y empezó a calentar el envase de cristal,
ahora si estaba realmente desesperado, los ratones estaban ya
arañando su cráneo, el ser se hizo para atrás, y se coloco de
frente al ladrón y con una voz calmada le hablo.
- Supongo joven ladrón, que quieres saber quien soy. ¿No? — pregunto el enigmático ser —. Solo puedo decirle joven ladrón que yo soy un mago — dijo la figura mientras se quitaba el velo de su rostro revelando su cara la cual estaba protegida por una mascara de Guy Fawkes muy diferente a las demás, pues esta era de un color negro sombra con diseños rojos, entre los que destacaba una cicatriz con forma de X en la mejilla izquierda de la mascara —. ¿Ves esta mascara joven ladrón? Se usa con respeto, con honor y disciplina. Es símbolo de caos, libertad y de lucha incansable. Esta mascara es un arma joven ladrón, así como la que usaste ayer para amedrentar a dos niños y una niña, debes pagar por lo que hiciste — amenazo quien se hacia llamar “el Mago”.
El ladrón
temblaba mientras miraba al llamado Mago, no podía evitar que las lágrimas se escurrieran de sus ojos, ya había sido torturado, ya
había cumplido su castigo, ya se había agotado su resistencia, ya
estaba bien, simplemente ya. El ladrón pensaba que ya era
suficiente, el solo quería que lo liberaran, el Mago le miraba
directamente a los ojos a través de su mascara, pero el ladrón no,
pues en donde los ojos de este debían estar, se veía un vacío
necrótico y oscuro. El Mago le miraba con desprecio e ira, el dolor
que el ladrón estaba sintiendo realmente era demasiado tenaz, tan
tenaz que le obligo a sacar fuerzas de donde no las tenia para
escupir el algodón en su boca y gritar un desesperado “POR FAVOR
PARA”. La actitud del mago hacia el ladrón cambio, era diferente,
este había recordado que ambos eran humanos y bajo esa capa de
sombras y esa máscara de oscuridad aun había humanidad, levanto el
gancho que sujetaba el envase de cristal en la cabeza del ladrón y
los ratones huyeron, el ladrón lloraba mientras el Mago miraba al
suelo.
- No comprendo joven ladrón, yo ya no existo, no soy nadie. El día que me sumergí en el averno, el día que decidí cubrir con esta mascara mi rostro deje de existir, yo ya no soy humano, yo soy algo mas. ¿Pero porque sigo teniendo humanidad? ¡Maldita sea! ¿Que tengo que hacer? ¿Cual es mi propósito? Si mi deber es castigar a los malos, ¿entonces porque me siento así? ¿Esto esta bien, joven ladrón? Maldición, maldita confusión, quiero hacer algo joven ladrón, quiero hacer algo grande, el problema es que para hacer algo grande debes ser grande y aun soy algo pequeño. Supongo que esto no esta bien, te pido perdón joven ladrón, se que todo lo que paso te lo mereces, pero no soy un verdugo, no soy un monstruo aun, pues conservo humanidad en mi... Aun — dicho esto, el Mago llamo al 911 desde el teléfono del ladrón y tras inyectarle un sedante que tomo de la mesa, le libero y se fue.
18-10-2011
3:07 AM
Sentado
en el balcón de su casa el ya conocido Mago se encontraba pensativo,
el Mago estaba confundido, desde pequeño tuvo fascinación por los
superhéroes y siempre quiso ser uno, pero lo que había hecho esa
madrugada era realmente terrible, el se sentía molesto consigo mismo
y quería olvidar lo que había sucedido, quería olvidarlo, porque
el simple hecho de recordar que había torturado a un ser humano le
hacia sentir realmente mal... El Mago se levanto. Camino a su
habitación y tras quitarse su disfraz lo guardo en una maleta, la
cual oculto en un agujero hecho en la pared adentro de su clóset, el
Mago solo esperaba olvidar lo sucedido, quería olvidarse de que
alguna vez fue capaz de torturar a un ser humano, quería olvidar que
intentando ser un héroe se convirtió en un cruel y despiadado
villano, en ese momento la magia del Mago desapareció, el Mago se tomo la libertad de dejar de existir.
Me encantaron todas las expreciones, cada una de las formas de torturas fueron exelentes.
ResponderBorrarTodo chevere, excelente narración, solo que faltan muchos signos de puntuación que le restan sentido a varias palabras, señor Barreto, saludos.
ResponderBorrarSolo una pregunta, es solo ficción o hay hechos reales en la historia
ResponderBorrarMe gusto
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