Aquí me tienes, fijando mis ojos en los tuyos, mirando el interior de tu
alma, estás asustada, pero te he demostrado que puedes confiar en mí.
Cada cabello en tu piel se ha erizado, tus pupilas se han dilatado y tu mejor sonrisa se ha dibujado, sientes ahora lo mismo que yo, ya lo sabes, ya lo sé, te conozco mejor que tu dios.
Sé que te han echo mucho daño, y sé que te aterra la idea de hacerme
daño a mí, pero no tengo miedo, la vida le sonríe a los valientes.
Yo creo en ti, creo en todo lo que significas.
Para sufrir nacimos y si es sobre elegir, te elijo a ti y todo eso
valdrá la pena si a pesar de todo puedo sentir que estoy a tu lado, me
gustas mucho y en serio no logro saber por qué.
He buscado en cada centímetro de tu cuerpo una explicación y una razón de
por qué me siento desvanecer cada vez que te veo, pero al llegar a tus
labios caigo en un trance, me siento flotando en el espacio, me siento
libre en la cárcel de tus besos.
Irónico es sentir que desaparezco cada vez que encuentro tu sonrisa.
Solo quiero quererte y quiero que dejes que te quiera, sin importar lo
que pueda suceder, te lo he dicho ya, no quiero que me cuentes nuestra
historia, quiero empezar a vivirla.
Quiero sentirlo yo, quiero sentirme bien junto a ti y aunque sabemos que
no será para siempre, mientras seamos "tú y yo" no me va a importar
nada más.
Sólo tú.
Autoría compartida: Gregory Gimón & Javier Barreto.
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